![Canoa en el Museo Canadiense de las canoas](https://unacubanaencanada.com/wp-content/uploads/2020/11/20201119_184911.jpg)
«Nunca juzgues un libro por su portada». Fue lo primero que pensé cuando traspasé las puertas del Museo Canadiense de las Canoas. Tengo que reconocer que cuando llegamos al parqueo y vi ese edificio desvencijado, con aspecto de almacén, sentí que me había equivocado con el plan del fin de semana. Por suerte no fue así. Más adelante sabrás por qué.
Contenidos de la página
- ¿Por qué un museo de canoas en Canadá?
- ¿Donde se encuentra el Museo Canadiense de las Canoas y cómo llegar?
- Precios y horarios
- ¿Qué ver en el Museo Canadiense de las Canoas?
- Talleres en el museo
- El museo y los niños
- Exposiciones peculiares y su historia
- Nueva localización del Museo Canadiense de las Canoas
¿Por qué un museo de canoas en Canadá?
Vamos a partir de un hecho práctico, Canadá cuenta con más de 2 millones de lagos y ríos y el 20% del agua dulce del mundo. Por este motivo no es de extrañar la profunda conexión histórica que comparten los canadienses con el agua dulce, confiando en ella para el transporte, el comercio, las comunicaciones y la recreación. La canoa jugó un papel fundamental para el comercio de pieles, madera y estudios geológicos y es por este motivo que se considera un símbolo de Canadá. En este museo podrás adentrarte en la historia de este maravilloso país desde una perspectiva un tanto peculiar: desde el agua.
![Ejemplos de canoas en el Museo Canadiense de las canoas](https://unacubanaencanada.com/wp-content/uploads/2020/11/20201119_185929.jpg)
¿Donde se encuentra el Museo Canadiense de las Canoas y cómo llegar?
El Museo Canadiense de las Canoas se encuentra en 910 Monaghan Rd, en Peterborough, un pueblo a una hora y 30 minutos al este de Toronto. La forma más rápida de llegar es en coche, siguiendo la autopista 401 primero y luego la autopista 115. Existe una vía alternativa, usando la autopista 407 y luego la autopista 115 pero es una vía que solo usaría en caso de embotellamiento en la 401 ya que la 407 es una autopista con peaje.
Precios y horarios
El museo abre todos los martes, jueves y sábados de 10:00 am a 3:00 pm. La entrada cuesta $12 CAD por persona entre 18 y 64 años, $9,50 CAD por niño entre 5 y 17 años y personas mayores de 65 años y gratis para niños menores de 5 años. Es importante aclarar que la entrada se compra en la puerta del museo, no existe la posibilidad de hacerlo online.
También existe la posibilidad de comprar una membresía que te permitirá visitar el museo ilimitadamente por un año y acceder, además, a ofertas especiales como eventos, charlas, excursiones y descuentos de programas para niños y campamentos de verano. Los precios de la membresía varían entre $35 y $50 CAD, dependiendo de la edad de la persona, si vas a comprar un pase individual, o si vas a optar por un pase familiar. En el siguiente link puedes encontrar toda la información relacionada con el tema así como la planilla que deberás rellenar para solicitar la misma.
¿Qué ver en el Museo Canadiense de las Canoas?
Como les había comentado anteriormente, la fachada del edificio no te invita a entrar. Sin embargo, cuando cruzas la puerta y miras alrededor no puedes evitar sonreír. La decoración, las exposiciones, los sonidos, la limpieza, las piezas tan inteligentemente colocadas, la amabilidad del personal, todo, todo se armoniza para que tu visita sea inolvidable.
El Museo Canadiense de las Canoas cuenta con la colección de canoas, kayaks y embarcaciones a remo más grande del mundo. Estamos hablando de más de 600 piezas, de las cuales más de 100 se encuentran a disposición del público en el museo.
![Canoa en el Museo Canadiense de las canoas](https://unacubanaencanada.com/wp-content/uploads/2020/11/20201119_190103.jpg)
Las exhibiciones se encuentran distribuidas en dos pisos principales y un piso intermedio más pequeño a los cuales se puede acceder ya sea usando escaleras o elevador. El hecho de que cuente con elevador es importante si viajas con personas con problemas de movilidad o coches de bebés.
Segundo piso del Museo Canadiense de las Canoas
Si quieres recorrer el museo siguiendo un orden cronológico mi consejo es que comiences en el segundo piso. Este piso está dedicado en gran parte a las tradiciones de los pueblos indígenas y sus métodos particulares de construcción de las canoas. En diferentes lugares encontrarás proyecciones de videos educativos que te enseñarán, por ejemplo, cómo hacer una canoa con piel de foca.
![Video de como se hacen las canoas](https://unacubanaencanada.com/wp-content/uploads/2020/11/20201119_185411.jpg)
También podrás conocer el tradicional wigwam, una especie de casa en forma de cono, normalmente hechos de madera, utilizada por los pueblos indígenas de la mitad oriental de América del Norte.
En otra de las exposiciones podrás aprender más sobre la época en que los europeos intercambiaban artículos con los pueblos indígenas a cambio de pieles. El intercambio cultural fue en ambos sentidos. Algunos europeos adoptaron diversas tecnologías y prendas de vestir indígenas durante el comercio de pieles, incluido el uso de mocasines, pantalones, sombreros y raquetas de nieve. La carga se preparaba en paquetes de 41 kilogramos (90 libras) y se transportaban en canoas.
Piso intermedio del Museo Canadiense de las Canoas
En el piso intermedio del Museo Canadiense de las Canoas es donde tienen lugar las exposiciones temporales. En estos momentos, otoño del 2020, la exposición temporal está dedicada al viaje épico en canoa realizado por Don Starkell y su hijo Dana, desde Winnipeg a Belem, Brasil. La travesía duró 2 años y está registrada en el Libro Guinness de los Récords Mundiales como el viaje en canoa más largo de la historia, una distancia de 19.603 kilómetros (12.181 millas).
![Canoa usada en el viaje en canoa más largo de la historia](https://unacubanaencanada.com/wp-content/uploads/2020/11/20201119_185544.jpg)
En el libro Paddle to the Amazon, escrito por el propio Don Starket, el autor narra el día a día de tan increíble hazaña, cómo sobrevivieron tormentas, hambre, disparos, robos, incluso fueron encarcelados y cómo soportaron una agonía física persistente. Sin embargo, contra todo pronóstico, lograron su sueño. Si visitas el museo en estos meses de otoño podrás ver a Orellana, la canoa que se usó en esta expedición. La misma está cubierta de pegatinas recolectadas en diferentes lugares de la travesía.
Primer piso del Museo Canadiense de las Canoas
En el primer piso del Museo Canadiense de las Canoas encontrarás una segunda etapa de la historia de las canoas, un poco más moderna y hasta nuestros días. Por ejemplo, aprenderás como Peterborough se convirtió en la capital de fabricación de canoas en Canadá, lo cual justifica la presencia de este museo en este hermoso pueblo. Aquí aprenderás un poco más sobre la historia del museo, el cual surgió gracias a Kirk Wipper, pionero de la educación al aire libre en Canadá y cofundador de la Asociación Canadiense de Canotaje Recreativo.
Los visitantes podrán aprender además sobre la fuerte tradición canadiense en los eventos de canoa y kayak en los Juegos Olímpicos. De hecho fue Canadá quien introdujo estos eventos hace casi 100 años atrás.
![tradición canadiense en los eventos de canoa y kayak en los Juegos Olímpicos](https://unacubanaencanada.com/wp-content/uploads/2020/11/20201119_190248.jpg)
Talleres en el museo
El museo cuenta con una sección con aspecto de carpintería donde tienen lugar los talleres. Aquí los visitantes podrán interactuar con personas super talentosas y aclarar cualquier duda que puedan tener sobre la construcción de canoas, el tallado de remos o cualquier otro tipo de información o consejo que necesites, todo esto mientras los ves trabajar en alguno de sus proyectos.
El museo y los niños
A simple vista el Museo Canadiense de las Canoas puede parecer poco atractivo para los más pequeños de casa pero es todo lo contrario. Hay muchas actividades para ellos que los mantendrán interesados y ocupados todo el tiempo. La actividad que más le gustó a Beatrice fue la búsqueda del tesoro escondido. El juego consiste en encontrar pistas a lo largo del museo usando pequeñas fotos en una hoja plastificada. Con un marcador tienes que ir señalando aquellas pistas que vas encontrando hasta tenerlas todas marcadas.
![Busqueda del tesoro en el museo canadiense de las canoas](https://unacubanaencanada.com/wp-content/uploads/2020/11/20201119_185911.jpg)
Existe otra área en el primer piso dedicada a los niños, la Biblioteca del Campista. Beatrice dedicó un buen tiempo ojeando libros relacionados con el tema de las canoas, el campismo y las actividades al aire libre. Por favor, usa el desinfectante de manos que tienes a tu disposición antes y luego de disfrutar de los libros.
Exposiciones peculiares y su historia
La historia de la rosa roja
Durante el verano de 1991, Victoria Jason se embarcó en un viaje junto con Don Starkell (autor del libro Paddle to the Amazon y de quien les hablé anteriormente) y Fred Reffler para navegar en kayak por el Pasaje del Noroeste, comenzando en Churchill, Manitoba y terminado en Tuktoyaktuk, en el mar de Beaufort. Su viaje de 7500 kilómetros duró 4 años. En el primer año, Fred Reffler se retiró debido a una lesión. El segundo año, Victoria y Don llegaron juntos a Gjoa Haven pero Victoria se vio obligada a abandonar el viaje producto de un edema. Al darse cuenta de que no podía continuar con la travesía, dejó una rosa roja en una caverna con la promesa de regresar. Victoria recuperó la rosa en 1994, después de completar el viaje. De esta manera la rosa se convirtió en un símbolo de esperanza y coraje.
![La historia de la rosa roja en el museo canadiense de las canoas](https://unacubanaencanada.com/wp-content/uploads/2020/11/20201119_190130.jpg)
Las canoas de la realeza
En 1947 el gobierno de Canadá ordenó construir una hermosa canoa de de cedro para celebrar la boda de la Princesa Elizabeth y el príncipe Phillip, la cual estaba programada para el 20 de noviembre de ese mismo año. Esta canoa fue considerada «el colmo de la perfección » en la línea de canoas de Peterborough. La pieza fue enviada a Inglaterra, a la casa de campo de la pareja recién casada. Varias fotografías muestran el uso activo por parte de la familia real. Lo curioso de la construcción de esta canoa es que las curvaturas se tallaron a partir de bloques sólidos de madera en vez de usar el método tradicional del doblado al vapor.
Pierre Trudeau, el decimoquinto Primer Ministro de Canadá, encargó la construcción de una canoa como regalo de bodas para Charles, el Príncipe de Gales y Lady Diana Spencer. La canoa fue fabricada por Ted Moores, usando técnicas avanzadas de construcción con tiras de cedro y epoxi. Desde la boda real el 29 de julio de 1981, el trabajo de Moores ganó prestigio y popularidad tanto en Canadá como a nivel internacional.
![Las canoas de la realeza en el museo canadiense de las canoas](https://unacubanaencanada.com/wp-content/uploads/2020/11/20201119_185723.jpg)
Nueva localización del Museo Canadiense de las Canoas
Desde 1997, el Museo Canadiense de las Canoas ha estado ubicado en un área comercial altamente concentrada. En estos momentos el museo y el almacén no cumplen con los estándares de conservación requeridos para una colección de esta importancia. Además, la experiencia de los visitantes se limita ya que solo pueden acceder al 20% de la colección y los programas educativos en el agua están restringidos debido a la ubicación del museo. Por este motivo existe un proyecto para construir un nuevo edificio justo al lado del Peterborough Lift Lock. En esta nueva localización los visitantes tendrán acceso al 100% de la colección y podrán disfrutar de muchos más programas educativos ya que el museo se encontrará justo al lado de los canales.
Hasta hace una semana pensaba que ir a un museo de canoas era solo uno de esos planes que uno hace porque «no tienes otra cosa que hacer». No pude estar más equivocada. La visita nos encantó, fue interesante y entretenida para todos. No solo no nos arrepentimos sino que no vemos la hora de volver de nuevo. Es un lugar extremadamente seguro para visitar en estos tiempos de pandemia. No olvides pasar por la tienda de regalos y llevarte algún recuerdo para casa.
Si viviera en Peterborough o por lo menos un poco más cerca (el museo se encuentra a una hora en coche de Whitby, el pueblo donde vivimos) no lo pensaría dos veces para comprar la membresía. No te dejes engañar por lo aburrido que puede sonar el nombre o por la fachada del edificio donde se encuentra, decídete y visitalo, te aseguro que ni tú ni tu familia se arrepentirán.